viernes, 31 de marzo de 2017

Por qué no escribo


Llevo un tiempo sin escribir por aquí (y por ningún otro sitio). Algunas no lo habréis notado. Otras sí. No intento justificarme, ni siquiera creo que lo que voy a decir en este post tenga sentido. Lo que sí sé es que quiero encontrar mi propia voz, porque sin mi voz, ¿cómo queréis que escriba una sola palabra?

Hace unos días os hablé de The house on Mango Street y este libro me marcó tanto que no puedo escribir desde entonces. Puede que esté exagerando, pero esa es la idea en gran medida. Ahora estás escribiendo. ¡Ya lo sé! Sé qué estoy escribiendo, pero hablo de ESCRIBIR. Con mayúsculas. De sentir lo que escribo. De hacer un poquito de lo que me prometí que haría al abrir este blog. Y es que esta autora me metió una idea que no puedo sacarme de la cabeza: encontrar mi propia voz.

¿Qué es eso de encontrar la voz de uno? Pues no tengo ni idea, para qué mentir. Yo me imagino un estado idílico en el que todo lo que escribes eres tú, tú eres la que habla y no la imitación a otras/os autoras/es o textos, novelas, obras en general, que has leído a lo largo de los años, pero lo idílico no existe. Lo idílico es imposible de alcanzar. Así que me conformaré con estar cómoda con lo que escribo. Con ser yo quien ponga las reglas de mi propia escritura.

Y con suerte, esa confianza y comodidad que tenga sobre el papel cuando encuentre mi propia voz me revelará sobre qué debo escribir. Porque quiero decir algo, pero la mayor parte del tiempo ni yo misma sé el qué. Ahora estoy escribiendo y podríamos decir que es una voz pseudo-mía. Estoy cómoda con este royo que os estoy soltando, pero existe otro problema: sobre qué escribo. 

Llevo diecinueve años en este mundo y lo más interesante en mi vida es leer como otra gente hace cosas más interesantes. Entonces, ¿cómo va a ser lo que yo escribo mío si no tengo mis propias experiencias para ayudarme a construirlo? ¿cómo no voy a imitar a otras autoras si eso es todo lo que sé sobre literatura o sobre la vida en general? Pues no tengo ni idea, para qué mentir.

Os diré una cosa. En este blog voy a intentar hablaros de esas cuatro experiencias vitales que he tenido en estos diecinueve años. Lo que no sepa, me lo inventaré. Lo que no me haya pasado también. Y lo que estuvo a punto de pasarme. Pero no me voy a inventar lo que siento ni lo que pienso. Voy a escribir críticas de cosas que haga, lea, vea, pero también pequeñas historias con las que voy a intentar transmitir algo. Porque en eso consiste escribir, en transmir algo. Risa, tristeza, alegría, melancolía. Pensamientos alborotados con los que llene la hoja y luego vosotras adoptéis aunque sea solo un ratito. Algo.

Solo quiero que leáis lo que siento y saber si vosotras os sentisteis alguna vez así.

No sé.

Sólo dadme un poco de tiempo. 


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