viernes, 21 de julio de 2017

vamo' a ser feliz


No. Esto no es una canción de Maluma. Tampoco un libro de autoayuda. Es una meta, una proposición (indecente), un consejo. Un: esto es lo que me funciona a mí para ser (por lo menos) no-infeliz. Puede servirte, puede no servirte. Cada una es como es. Cada una tiene sus problemas. El mío era que daba muchas vueltas a todo, tantas que acababa odiándome por cosas sin importancia. 

Aquí va el consejo: no te rayes, tía

Hace unas tres semanas decidí que iba a ser feliz. No me refiero a ese estado idílico que muchas veces implica la palabra feliz. Tan grande, tan infinito, tan ¿ficticio? No me refiero a estar contenta 24 horas siete días a la semana. A que nada te afecte. No me refiero a no ser un ser humana. Claro que estarás triste a veces, o cansada, o directamente sin ganas de nada. Me refiero a no odiarte a ti misma mientras lo haces, y creo que eso implica una diferencia importante. 

Y en estas tres semanas, una persona tan emocionalmente inestable como yo ha conseguido no tener ni un pensamiento negativo hacia sí misma. Ni borracha, ni muerta de sueño, ni ambas cosas a la vez. ¿Qué cómo lo he conseguido?

1. Haz cosas con tu tiempo libre. Cosas que te gusten y disfrutalas. Pásatelo bien. Queda con gente, lee un buen libro, ve una serie que te guste. A mí me ayuda muchísimo vestirme, salir a la calle y respirar aire exterior. No sentirme como un desecho humano tumbada en la cama pensando en lo horrible que soy. Simplemente no pienses en ello. Pasa. Vive tu vida. Y la mejor manera es hacer cosas.

2. Vale. Un pensamiento negativo se cuela en medio de todo tu pasotismo. ¿Qué haces? Pues decir "no, eso no es verdad". "Soy idiota", "tal parte de mi cuerpo es fea", "mis amigos no me aguantan y solo salen conmigo por compromiso": "no, eso no es verdad". Y no es verdad. Repítelo. Repítelo internamente hasta que te lo creas. Como dice Alberto Soler en su canal de Youtube Píldoras de psicología (recomendadísimo, por cierto): los comentarios negativos son como las palomas, das de comer a una y aparecen más. Así que no te permitas ni uno solo.

3. Tus palabras intervienen en lo que sientes. No hagas bromas ni comentarios "sin importancia" despreciándote, porque sí tienen importancia. Como hablas sobre tí misma te afecta, por mucho que finjas que no lo hace.  

4. Piensa en las cosas buenas que tienes en la vida. ¿Amigos? ¿Familia? ¿Pareja? ¿Estudiar/Trabajar en algo que te gusta? ¿Los recuerdos del verano pasado? ¿Una serie que te hace reír? ¿Eso que hiciste de lo que te sientas orgullosa? ¿Tu cualidad preferida? Algo habrá seguro. No quiere decir que tu felicidad dependa de ello, pero sí puede hacer tu vida un poquito mejor. Personalmente no me puedo quejar, tengo casi todo lo que puedo pedir. Entonces, ¿para qué hacerlo? Es natural y positivo querer más. Siempre vamos a querer una vida mejor, pero eso no significa que no podamos disfrutar la que tenemos. Y si no lo hacemos, intentemos que sí. Intentemos cambiar lo que no nos haga feliz, aunque sea muy difícil. 

5. Conviértete en una persona en la que puedas confiar. En alguien a quien quieras y respetes. Como dice esta frase de Lena Dunham: "Don´'t put yourself in situations you'd like to run away from. But when you run, run back to yourself". 

Obviamente yo no soy psicóloga ni tengo ningún tipo de capacidad para dar consejos de este tipo. Y aún así lo estoy haciendo. Quiero dejar muy claro que esto es lo que me ha funcionado a mí, es en cierto modo un recordatorio para mí misma también. Podéis intentarlo si queréis. Igual os funicona o igual no. Ojalá sí. 



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